蘑菇影院

Skip to content

El discurso anti inmigrante complica la vacunaci贸n contra covid en estados del sur

Trabajadores esposados son trasladados a un micro luego de una redada de ICE en la planta Koch Foods de Morton, Mississippi, el 7 de agosto de 2019. (AP Photo/Rogelio V. Solis, File)

En el este de Tennessee, los m茅dicos han visto de primera mano c贸mo una pol铆tica de inmigraci贸n dura puede afectar la salud y el bienestar de una comunidad.

En 2018, agentes federales allanaron una planta empacadora de carne en Morristown, en el Valle de Tennessee, y detuvieron a unos 100 trabajadores sospechosos de ser indocumentados.

En las semanas siguientes, decenas de familias inmigrantes que hab铆an encontrado trabajo en esas plantas buscaron santuario en las iglesias y dejaron de ir a las citas m茅dicas.

驴La raz贸n? Los agentes de inmigraci贸n estaban vigilando las cl铆nicas.

鈥淣o quer铆amos que la gente viniera a recibir atenci贸n porque hab铆a oficiales de ICE en nuestro estacionamiento鈥, dijo Parinda Khatri, directora cl铆nica de Cherokee Health Systems, un proveedor sin fines de lucro en el condado de Hamblen.

Mientras Tennessee, al igual que otros estados, se embarca en la abrumadora tarea de vacunar a millones de residentes contra covid-19, a muchos funcionarios de salud se les dificulta la tarea, por una desconfianza generalizada en el gobierno y las fuerzas del orden entre los inmigrantes sin papeles, una poblaci贸n estimada en 11 millones en todo el pa铆s.

Los desaf铆os son particularmente cr铆ticos en el sur, donde grandes poblaciones de inmigrantes indocumentados ayudan a mantener las pr贸speras industrias agr铆cola y de procesamiento de alimentos, incluso cuando muchos l铆deres republicanos estatales y locales, empoderados por la ret贸rica antiinmigrante de la administraci贸n Trump, los denuncian como criminales y piden limitar su camino a la ciudadan铆a.

La confluencia de esas actitudes agresivas y un virus altamente contagioso ha generado preocupaci贸n en algunos estados: temen que la baja vacunaci贸n de indocumentados ponga en riesgo los esfuerzos para lograr la inmunidad colectiva.

鈥淣unca podremos superar esta pandemia si los indocumentados se quedan fuera鈥, dijo la doctora Sharon Davis, directora m茅dica de la cl铆nica comunitaria Los Barrios Unidos en Dallas, que atiende a 28,000 pacientes, la mayor铆a sin papeles.

Davis reconoci贸 el desaf铆o que plantea esto en un estado como Texas, donde la pide la expulsi贸n inmediata de todos los “extranjeros ilegales”. Como otros directores de cl铆nicas en muchos estados del sur, Davis dijo que implementar planes de vacunaci贸n en las comunidades inmigrantes es una pol铆tica de 鈥渄on鈥檛 ask, don鈥檛 tell (“no preguntar, no decir”).

鈥淰ivimos en Texas, as铆 que ni lo mencionas”, agreg贸. “Hablamos de los que no tienen seguro, y hablamos de la poblaci贸n latina con la mayor morbilidad y mortalidad, es a quien estamos tratando de atender”.

En el 谩rea de Dallas-Fort Worth, hogar de una de las poblaciones m谩s grandes de inmigrantes sin papeles de la naci贸n, la tasa de muerte de los hombres latinos de mediana edad es ocho veces mayor que la de sus hom贸logos blancos no latinos.

Los epidemi贸logos dicen que la disparidad no es sorprendente, dado que un gran n煤mero de trabajadores centro y sudamericanos indocumentados est谩n en empleos considerados esenciales en la pandemia, incluido el trabajo agr铆cola, procesamiento de carne y servicio de alimentos, y

Para agravar los riesgos, muchos trabajan en condiciones propicias para la propagaci贸n viral, parados hombro con hombro a lo largo de las cintas transportadoras en las empacadoras de verduras, lavando platos en las cocinas de los restaurantes, abasteciendo los estantes de los supermercados y limpiando habitaciones de hoteles.

Al final del d铆a, muchos regresan a barracas o casas peque帽as que albergan a varias generaciones de familias.

鈥淪i no trabajan, no comen鈥, dijo Davis. “Hemos tenido pacientes que nos suplican que no les hagamos la prueba, porque entonces no pueden ir a trabajar”.

Davis fue uno de los directores m茅dicos que dijo que los sitios de vacunaci贸n masiva que muchos estados est谩n usando (carpas gigantes con personal uniformado de la Guardia Nacional y personal m茅dico con iPads) asustan a las familias inmigrantes.

鈥淧reguntan 鈥樎縬u茅 documentos tenemos que mostrar?’鈥, dijo Davis. “El miedo a la deportaci贸n es enorme y muy real”.

Y no es infundado, se帽alaron defensores, despu茅s de cuatro a帽os en los que el ex presidente Donald Trump redujo dr谩sticamente la inmigraci贸n legal e ilegal a trav茅s de detenciones y deportaciones masivas, prohibiciones de viaje y restricciones severas de asilo.

El presidente Joe Biden se ha comprometido a anular muchas de esas normas, pero defensores dicen que el apoyo a medidas m谩s dr谩sticas es fuerte entre algunos agentes de inmigraci贸n y agentes locales, lo que podr铆a complicar la vida de muchos inmigrantes.

Davis agreg贸 que, m谩s all谩 del miedo al hostigamiento o al arresto, los funcionarios de salud p煤blica est谩n lidiando con informaci贸n err贸nea. 鈥淓st谩n escuchando historias horribles en las redes sociales鈥, dijo. “Creen que hay un microchip en la vacuna y que ser谩n rastreados”.

Incluso algunos inmigrantes con papeles tienen reservas sobre recibir una vacuna proporcionada por el gobierno. La administraci贸n Trump presion贸 para descarrilar la ciudadan铆a de cualquier inmigrante que usara servicios p煤blicos financiados por los contribuyentes, incluida la atenci贸n m茅dica.

En diciembre, el Departamento de Justicia retir贸 la regla, pero hay confusi贸n y los directores de las cl铆nicas dicen que los pacientes dar谩n prioridad a sus tarjetas de residencia por encima de casi todo.

Las bajas tasas de vacunaci贸n entre las poblaciones inmigrantes ya son evidentes. En Mississippi, por ejemplo, el Departamento de Salud inform贸 que la semana del 8 de febrero se hab铆an vacunado menos de 2,800 latinos, aproximadamente el 1% de todas las vacunas administradas hasta ahora.

Tennessee ofrece un excelente ejemplo de las tensiones que subyacen al lanzamiento de la vacuna.

El gobernador republicano, Bill Lee, fue noticia en mayo cuando permiti贸 que el Departamento de Salud estatal compartiera con la polic铆a los nombres y direcciones de quienes daban positivo para covid.

Por separado, el departamento de salud de la ciudad de Nashville proporcion贸 a la polic铆a local las direcciones de las personas que daban positivo o que estaban en cuarentena.

Ambas acciones fueron criticadas y finalmente terminaron, pero Lee las defendi贸, diciendo que las eran apropiadas 鈥減ara proteger las vidas de las fuerzas del orden鈥 y que cumpl铆an con las reglas federales de privacidad de la salud. Posteriormente, la ciudad busc贸 tranquilizar a sus “comunidades de inmigrantes diversas” diciendo que la informaci贸n no se compartir铆a con las autoridades federales de inmigraci贸n.

Alabama, como Tennessee, tiene un historial de reglas estrictas con respecto a la inmigraci贸n, como una ley de 2011 que proh铆be que los inmigrantes sin papeles reciban casi todos los beneficios p煤blicos, incluida la mayor铆a de la atenci贸n m茅dica que no es de emergencia.

Velvet Luna, enfermera registrada de 26 a帽os, ha construido su vida en Ozark, Alabama, una peque帽a ciudad en Wiregrass, una regi贸n conocida por sus instalaciones de procesamiento de aves de corral y grandes poblaciones de inmigrantes hispanos y vietnamitas.

Luna se inscribi贸 en el programa de Acci贸n Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) una iniciativa de la era Obama que otorga estatus temporal a j贸venes indocumentados a los que trajeron al pa铆s de ni帽os. Seg煤n el Centro Nacional de Leyes de Inmigraci贸n, casi .

Luna, que habla con un suave acento sure帽o, sol铆a hablar de su estatus migratorio, pero dijo que, en los 煤ltimos a帽os, hombres que coqueteaban con ella cambiaban inmediatamente de actitud si sab铆an su estatus migratorio. 鈥淒ec铆an cosas feas, hirientes, 鈥楿stedes son la raz贸n por la que nuestro pa铆s est谩 en declive. Tienes que irte鈥”.

Como enfermera en un hospital del 谩rea que se ofreci贸 como voluntaria para la unidad de covid, Luna ha recibido las dos dosis de la vacuna, pero entiende los riesgos que sopesan las familias indocumentadas; ninguno de sus padres, que vive cerca, tiene papeles. “Est谩 bien tener miedo, y es una decisi贸n valiente ir a vacunarse y proteger a tu familia”, dijo.

Incluso los opositores a la inmigraci贸n reconocen que la pandemia ha unido el destino de todos los que viven en el pa铆s, independientemente de c贸mo hayan llegado.

“Lo principal es vacunar a tantas personas como sea posible”, dijo Mark Krikorian, director ejecutivo del Centro de Estudios de Inmigraci贸n, un grupo conservador que aboga en茅rgicamente por restringir la inmigraci贸n. “Tu inmigraci贸n puede alcanzarte alg煤n d铆a, pero no ser谩 hoy”.

La administraci贸n Biden ha dicho que ICE no realizar谩 operaciones en o cerca de los sitios de vacunaci贸n. “ICE no realiza ni llevar谩 a cabo operaciones en o cerca de las instalaciones de atenci贸n m茅dica, como hospitales, consultorios m茅dicos, cl铆nicas de salud acreditadas e instalaciones de atenci贸n de emergencia o urgencias, excepto en las circunstancias m谩s extraordinarias”, seg煤n .

Los comisionados estatales de salud tambi茅n han tratado de calmar los nervios. 鈥淣o le negamos la vacuna a nadie que se presente en nuestros sitios y est茅 en la fase que se est谩 vacunando鈥, dijo la doctora Lisa Piercey, comisionada del Departamento de Salud de Tennessee. “Este es un recurso federal, y si est谩s en este pa铆s, tienes una vacuna”.

Los defensores, sin embargo, dijeron que persisten obst谩culos para convencer a los inmigrantes de que la informaci贸n no se utilizar谩 en su contra. Los Centros para el Control y la Prevenci贸n de Enfermedades (CDC) esperan que los proveedores que administran las vacunas carguen la informaci贸n del paciente en los registros estatales, incluido en Tennessee o ImmTrac2 en Texas.

Los sistemas de seguimiento permiten a los proveedores asegurarse de que los pacientes regresen para su segunda dosis e identificar cualquier reacci贸n adversa.

Los proveedores tratan de explicar que esta informaci贸n se usa para iniciativas de salud, no para inmigraci贸n.

鈥淟os pacientes, en particular los de origen inmigrante, son muy sensibles a compartir detalles familiares鈥, escribi贸 Brian Haile, director ejecutivo de Neighborhood Health, una cl铆nica comunitaria en Nashville, a funcionarios de salud de Tennessee en diciembre. “Si les pedimos que proporcionen esta informaci贸n a proveedores que no conocen, ser谩n a煤n m谩s reticentes a vacunar a sus familias”.

En el condado de Hamblen, Khatri dijo que est谩 tratando de persuadir a trabajadores en granjas de tomate y tabaco, y en plantas procesadoras de carne, zonas calientes de brotes de coronavirus, de que conf铆en en su cl铆nica no solo para administrar la vacuna sino tambi茅n para manejar datos confidenciales.

鈥淨uieren acudir a un grupo de confianza鈥, dijo Khatri, cuyas cl铆nicas tienen la aprobaci贸n para distribuir la vacuna, pero a煤n no han recibido ninguna dosis.

Helena Lobo, quien coordina el alcance hispano en Cherokee Health, dijo que, para algunos inmigrantes, la elecci贸n puede estar entre su salud o permanecer ocultos.

鈥淪i tienen que arriesgar su estatus migratorio para recibir la vacuna contra covid, no la tendr谩n. No los culpo”, dijo Lobo. 鈥淪e preguntan: ‘驴Cu谩l es mi mayor riesgo? 驴Ser deportado o tener covid?'”.

Related Topics

COVID-19 Noticias En Espa帽ol Public Health Race and Health States